
En una Medellín que ya nos resulta difícil de imaginar, el ingeniero británico James Tyrrel Moore dona paulatinamente en 1844 y 1857 un gran lote en el sector de Villa Nueva para que allí se construyese una plaza pública en homenaje al patricio sur continental Simón Bolívar, y un “templo cristiano” para el desarrollo del sector, que incluso el mismo Moore deseaba que fuese bautizado Nueva Londres, en homenaje a su tierra natal, propuesta que por falta de aceptación conservó su nombre de Villa Nueva...